La juventud es una “construcción cultural” sin confines preestablecidos; según una perspectiva antropológica, la estructura de la sociedad condiciona esta etapa de transición en mayor medida aún que el momento histórico o el enclave geográfico (Feixa, 2006: 28). La actualidad parece corroborar la anterior afirmación: los cambios acaecidos en la sociedad posindustrial han alterado el paso nítido de la adolescencia a la madurez. Las consecuencias de este fenómeno en el campo de la formación son bien conocidas. Como señala Tejada Fernández (2009), la incipiente sociedad del conocimiento obliga a comprender que no existe “un tiempo para formarse y un tiempo después para aplicar lo aprendido al mundo laboral” (Tejada Fernández, 2009). Por todo ello, las fronteras del concepto de formación se han ampliado y, necesariamente, las instituciones han tenido que responder a la demanda, en continuo crecimiento, de una sociedad de aprendizaje permanente. El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se ha hecho eco de esta exigencia y, por ello, la prioridad del modelo educativo propuesto es enseñar al estudiante a aprender, es decir, (a) adquirir la competencia para aprender a aprender (Castillo Arredondo, 2009). 2. metodologías eficaces para aprender a aprender lenguas extranjeras En este contexto del EEES, la enseñanza/aprendizaje de lenguas extranjeras comporta una profunda reflexión sobre qué metodologías serán las más adecuadas para adquirir, de forma eficaz, tanto la competencia lingüística como la competencia comunicativa intercultural. El presente trabajo afronta, pues, dicha reflexión en un ámbito muy concreto: la formación de futuros mediadores lingüísticos interculturales de una Facultad de Traducción e Interpretación (Universidad de Bolonia, sede de Forlì) (Fernández García, Zucchiatti, Biscu, 2009). 2.1. perfil profesional del mediador lingüístico intercultural: una formación compleja La complejidad del perfil profesional del mediador lingüístico intercultural requiere que la programación académica despierte en el estudiante, por un lado, la necesidad de un aprendizaje permanente y, por otro, la conciencia de que ese objetivo lo logrará solo si aprende a aprender. Además, el ejercicio de la profesión comporta prepararse para convivir con la diversidad cultural, lo cual implica una visión crítica y reflexiva de las dinámicas comunicativas con el otro (Fernández García, Biscu, 2005-2006; 2008). Como consecuencia de ello, sería deseable que la formación se integrara con la adquisición de la denominada competencia de emprender o competencia filosófica y ética (Marina, 2010: 65). Tanto esta última competencia como la de aprender a aprender se desarrollan gracias al impulso de superarse; y esta proyección desde el futuro tiene su motor en la inteligencia creadora que incentiva, a su vez, la realización de proyectos como instrumento para transformar realidades. Imaginar el futuro desde una perspectiva ética es, sin duda, la finalidad última de la educación intercultural, al margen del ciclo vital implicado. 2.2. el Aula de Teatro universitario: una metodología para afrontar la complejidad profesional futura Ante la complejidad profesional citada es comprensible que el periodo formativo adolezca de lagunas; a continuación, se presenta el Aula de Teatro universitario2 como una experiencia metodológica con la que se ha intentado integrar dichas lagunas, confluyendo en el escenario la adquisición de competencias transversales, básicas y específicas (Fernández García, Zucchiatti, Biscu, 2009: 7). El aula-escenario en un idioma extranjero se ha revelado, pues, un espacio adecuado para adquirir las competencias a las que se ha hecho referencia, porque la experiencia teatral permite desarrollar la plasticidad cerebral necesaria para aprender a aprender [http://www.centrodistuditeatrali.it/public/ricerca.html]. El marco teórico de referencia de dicha afirmación es el principio fundamental de la antropología teatral: el actor ...

EL AULA DE TEATRO UNIVERSITARIO EN LA FORMACIÓN DE MEDIADORES LINGÜÍSTICOS INTERCULTURALES: INTERSECCIONES ENTRE TEORÍA Y EXPERIENCIA / Fernández García María Isabel; Ariza Mercedes. - ELETTRONICO. - III:(2010), pp. 22-33. (Intervento presentato al convegno Primer Congreso Internacional en la Red sobre interculturalidad y educación tenutosi a Convegno Virtuale nel 1-20 marzo 2010).

EL AULA DE TEATRO UNIVERSITARIO EN LA FORMACIÓN DE MEDIADORES LINGÜÍSTICOS INTERCULTURALES: INTERSECCIONES ENTRE TEORÍA Y EXPERIENCIA

FERNANDEZ GARCIA, MARIA ISABEL;ARIZA, MERCEDES
2010

Abstract

La juventud es una “construcción cultural” sin confines preestablecidos; según una perspectiva antropológica, la estructura de la sociedad condiciona esta etapa de transición en mayor medida aún que el momento histórico o el enclave geográfico (Feixa, 2006: 28). La actualidad parece corroborar la anterior afirmación: los cambios acaecidos en la sociedad posindustrial han alterado el paso nítido de la adolescencia a la madurez. Las consecuencias de este fenómeno en el campo de la formación son bien conocidas. Como señala Tejada Fernández (2009), la incipiente sociedad del conocimiento obliga a comprender que no existe “un tiempo para formarse y un tiempo después para aplicar lo aprendido al mundo laboral” (Tejada Fernández, 2009). Por todo ello, las fronteras del concepto de formación se han ampliado y, necesariamente, las instituciones han tenido que responder a la demanda, en continuo crecimiento, de una sociedad de aprendizaje permanente. El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se ha hecho eco de esta exigencia y, por ello, la prioridad del modelo educativo propuesto es enseñar al estudiante a aprender, es decir, (a) adquirir la competencia para aprender a aprender (Castillo Arredondo, 2009). 2. metodologías eficaces para aprender a aprender lenguas extranjeras En este contexto del EEES, la enseñanza/aprendizaje de lenguas extranjeras comporta una profunda reflexión sobre qué metodologías serán las más adecuadas para adquirir, de forma eficaz, tanto la competencia lingüística como la competencia comunicativa intercultural. El presente trabajo afronta, pues, dicha reflexión en un ámbito muy concreto: la formación de futuros mediadores lingüísticos interculturales de una Facultad de Traducción e Interpretación (Universidad de Bolonia, sede de Forlì) (Fernández García, Zucchiatti, Biscu, 2009). 2.1. perfil profesional del mediador lingüístico intercultural: una formación compleja La complejidad del perfil profesional del mediador lingüístico intercultural requiere que la programación académica despierte en el estudiante, por un lado, la necesidad de un aprendizaje permanente y, por otro, la conciencia de que ese objetivo lo logrará solo si aprende a aprender. Además, el ejercicio de la profesión comporta prepararse para convivir con la diversidad cultural, lo cual implica una visión crítica y reflexiva de las dinámicas comunicativas con el otro (Fernández García, Biscu, 2005-2006; 2008). Como consecuencia de ello, sería deseable que la formación se integrara con la adquisición de la denominada competencia de emprender o competencia filosófica y ética (Marina, 2010: 65). Tanto esta última competencia como la de aprender a aprender se desarrollan gracias al impulso de superarse; y esta proyección desde el futuro tiene su motor en la inteligencia creadora que incentiva, a su vez, la realización de proyectos como instrumento para transformar realidades. Imaginar el futuro desde una perspectiva ética es, sin duda, la finalidad última de la educación intercultural, al margen del ciclo vital implicado. 2.2. el Aula de Teatro universitario: una metodología para afrontar la complejidad profesional futura Ante la complejidad profesional citada es comprensible que el periodo formativo adolezca de lagunas; a continuación, se presenta el Aula de Teatro universitario2 como una experiencia metodológica con la que se ha intentado integrar dichas lagunas, confluyendo en el escenario la adquisición de competencias transversales, básicas y específicas (Fernández García, Zucchiatti, Biscu, 2009: 7). El aula-escenario en un idioma extranjero se ha revelado, pues, un espacio adecuado para adquirir las competencias a las que se ha hecho referencia, porque la experiencia teatral permite desarrollar la plasticidad cerebral necesaria para aprender a aprender [http://www.centrodistuditeatrali.it/public/ricerca.html]. El marco teórico de referencia de dicha afirmación es el principio fundamental de la antropología teatral: el actor ...
2010
Educación Intercultural y enseñanza de lenguas.
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EL AULA DE TEATRO UNIVERSITARIO EN LA FORMACIÓN DE MEDIADORES LINGÜÍSTICOS INTERCULTURALES: INTERSECCIONES ENTRE TEORÍA Y EXPERIENCIA / Fernández García María Isabel; Ariza Mercedes. - ELETTRONICO. - III:(2010), pp. 22-33. (Intervento presentato al convegno Primer Congreso Internacional en la Red sobre interculturalidad y educación tenutosi a Convegno Virtuale nel 1-20 marzo 2010).
Fernández García María Isabel; Ariza Mercedes
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Utilizza questo identificativo per citare o creare un link a questo documento: https://hdl.handle.net/11585/100958
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