El objetivo del presente trabajo es reflexionar sobre cómo influyen las exigencias editoriales en las estrategias que guían la traducción de una novela negra. La publicación de Beltenebros (Muñoz Molina, 1989) en Italia (Einaudi, 1992) es un caso interesante, porque el proyecto comunicativo del texto original se fue difuminando al intentar adaptarlo a la imagen que el área de negocio de la editorial había diseñado del “lector italiano modelo”. El resultado de esta táctica traductora fue que el motivo del desengaño/desencanto como motor narrativo perdió potencia y se simplificaron, pues, los senderos bifurcados en el laberinto de pantallas/espejos. Este expolio se consumó ya en la contraportada del libro, al omitir cualquier tipo de referencia metadiscursiva: la complejidad de este self-conscious metafiction (Lawrence Rich, 1999) se vendía como un hard-boiled con referencias cinematográficas, pero sin presentes pasados (López Valero, 2000). Las huellas del enunciador del texto original se diluyeron, sin que el lector pudiera seguirles el rastro. Como reflexión conclusiva, se puede observar que la tarea fundamental del traductor debería consistir en vislumbrar qué tipo de interpretaciones/distorsiones el texto permite y qué hipótesis de autor y de lector le propone a los interlocutores empíricos de la comunicación (Fabbri, 2003: 57). En definitiva, el traductor es un re-enunciador solitario, un detective capaz de leer con los seis sentidos y de defender el sentido con su re-escritura.
FERNÁNDEZ GARCÍA María Isabel, GRIMALDI Yvonne (2011). EL TRADUCTOR DE NOVELA NEGRA COMO DETECTIVE: EL CASO ITALIANO DE BELTENEBROS DE ANTONIO MUÑOZ MOLINA. BARCELONA : Editorial Laertes.
EL TRADUCTOR DE NOVELA NEGRA COMO DETECTIVE: EL CASO ITALIANO DE BELTENEBROS DE ANTONIO MUÑOZ MOLINA
FERNANDEZ GARCIA, MARIA ISABEL;GRIMALDI, IVONNE LUCILLA SIMONETTA
2011
Abstract
El objetivo del presente trabajo es reflexionar sobre cómo influyen las exigencias editoriales en las estrategias que guían la traducción de una novela negra. La publicación de Beltenebros (Muñoz Molina, 1989) en Italia (Einaudi, 1992) es un caso interesante, porque el proyecto comunicativo del texto original se fue difuminando al intentar adaptarlo a la imagen que el área de negocio de la editorial había diseñado del “lector italiano modelo”. El resultado de esta táctica traductora fue que el motivo del desengaño/desencanto como motor narrativo perdió potencia y se simplificaron, pues, los senderos bifurcados en el laberinto de pantallas/espejos. Este expolio se consumó ya en la contraportada del libro, al omitir cualquier tipo de referencia metadiscursiva: la complejidad de este self-conscious metafiction (Lawrence Rich, 1999) se vendía como un hard-boiled con referencias cinematográficas, pero sin presentes pasados (López Valero, 2000). Las huellas del enunciador del texto original se diluyeron, sin que el lector pudiera seguirles el rastro. Como reflexión conclusiva, se puede observar que la tarea fundamental del traductor debería consistir en vislumbrar qué tipo de interpretaciones/distorsiones el texto permite y qué hipótesis de autor y de lector le propone a los interlocutores empíricos de la comunicación (Fabbri, 2003: 57). En definitiva, el traductor es un re-enunciador solitario, un detective capaz de leer con los seis sentidos y de defender el sentido con su re-escritura.I documenti in IRIS sono protetti da copyright e tutti i diritti sono riservati, salvo diversa indicazione.