El turismo tiende cada vez más a aparecer como transversal a los sistemas sociales estructurados; una destinación o una región ya no darán lugar a comportamientos o experiencias únivocas. El turista de hoy en día suele elegir en base a su identidad e imagen de las vacaciones, realizando la selección de recursos confiables y oportunidades que hay que aprovechar; cualquier lugar puede convertirse en un destino turístico si demuestra tener algún recurso que permite al individuo de construir su propia vía de diferenciación. Las directrices empresariales difieren en gran medida en respuesta a los nuevos desafíos del mercado turístico: desde los que tratan de resolver los problemas dentro de su empresa o su propio nicho de mercado, hasta los que se trasladan a nuevos y más amplios niveles de colaboración con otras empresas y otros proveedores de servicios, así como con los actores políticos y administrativos de la región turística y de las propias comunidades locales. Sin embargo, la valorización de la subjetividad local por el desarrollo parece cada vez más amplia; algunas veces es sólo una estrategia de defensa, pero otras veces es una grande oportunidad de movilización para toda una región y alimenta una participación que incluye los actores públicos y privados. La impresión final, sin embargo, es que las rutas de acceso para el turismo mundial son básicamente dos: - La “via de la cantidad”: esa no se plantea de proponer nuevos productos, sino productos similares a los de los destinos más conocidos, ofreciendolos a un precio más bajo. Los que siguen esta estrategia tienden a oponerse al cambio y arraigarse en los modelos más típicos del turismo de masa. Esta es su manera de intentar luchar contra el declino, o por lo menos, alejarlo lo más posible. La imagen del territorio turístico es, en este caso, mucho más limitada; - La “via de la calidad”: enfocarse sobre recursos alternativos y más complejos, pasando desde un turismo de las destinaciones hasta un turismo de las motivaciones. En este cambio de enfoque ya no se considera mucho el destino turístico en si mismo, sino las actividades que se pueden disfrutar. La relación entre el turismo, la cultura y el desarrollo parece encontrar la fórmula mejor en la lógica de los distritos que ha tenido tanto éxito en Italia y otros paises. La presencia de un marco infraestructural, institucional, empresarial y de relaciónes se traduce en una ventaja competitiva para la región. El producto turístico, de hecho, nunca ha sido manejado por un solo actor, incluso en los casos más extremos de un paquete turístico o resort, donde todo parece estandardizado y centralizado. Las relaciones que se requieren para ofrecer el producto, entonces, se pueden traducir en una marca, un sentido de pertenencia, y sobre todo, una red de relaciones de colaboración y apoyo mutuo. Hemos visto que para poder competir en la dimensión global, muchas áreas han comenzado a pensar de acuerdo a lo que la legislación italiana denomina Sistema Turistico Locale (Ley 135/2001): contextos homogéneos caracterizados por la presencia de muchas empresas de turismo individuales o asociadas, así como por la oferta integrada de recursos culturales, medioambientales y turísticos, incluyendo los productos agrícolos y la artesanía local. La macro-región adriática es un ejemplo muy interesante de esta tendencia: ofrece a sus costas, sus ciudades, sus recursos medioambientales y culturales, destacando la imagen en la que el mar no es la frontera entre los diferentes sistemas, sino una via de comunicación y union. Las ciudades y los pueblos de la costa, de esta manera, pueden convertirse en el símbolo de una nueva y más amplia variedad y diferenciación para los usuarios/turistas. De esta manera, el concepto de turismo ha cambiado con la perspectiva de tener un mercado más a favor de los sitios y las comunidades locales, en comparación con las grandes agencias, así como una mejor distribución de sus beneficios en el territorio y entre los varios segmentos de la población.
Gabriele Manella, Asterio Savelli (2015). Turismo, cultura e desarrollo: nuevos desafíos de la era global. São Paulo : Eduepb.
Turismo, cultura e desarrollo: nuevos desafíos de la era global
MANELLA, GABRIELE;SAVELLI, ASTERIO
2015
Abstract
El turismo tiende cada vez más a aparecer como transversal a los sistemas sociales estructurados; una destinación o una región ya no darán lugar a comportamientos o experiencias únivocas. El turista de hoy en día suele elegir en base a su identidad e imagen de las vacaciones, realizando la selección de recursos confiables y oportunidades que hay que aprovechar; cualquier lugar puede convertirse en un destino turístico si demuestra tener algún recurso que permite al individuo de construir su propia vía de diferenciación. Las directrices empresariales difieren en gran medida en respuesta a los nuevos desafíos del mercado turístico: desde los que tratan de resolver los problemas dentro de su empresa o su propio nicho de mercado, hasta los que se trasladan a nuevos y más amplios niveles de colaboración con otras empresas y otros proveedores de servicios, así como con los actores políticos y administrativos de la región turística y de las propias comunidades locales. Sin embargo, la valorización de la subjetividad local por el desarrollo parece cada vez más amplia; algunas veces es sólo una estrategia de defensa, pero otras veces es una grande oportunidad de movilización para toda una región y alimenta una participación que incluye los actores públicos y privados. La impresión final, sin embargo, es que las rutas de acceso para el turismo mundial son básicamente dos: - La “via de la cantidad”: esa no se plantea de proponer nuevos productos, sino productos similares a los de los destinos más conocidos, ofreciendolos a un precio más bajo. Los que siguen esta estrategia tienden a oponerse al cambio y arraigarse en los modelos más típicos del turismo de masa. Esta es su manera de intentar luchar contra el declino, o por lo menos, alejarlo lo más posible. La imagen del territorio turístico es, en este caso, mucho más limitada; - La “via de la calidad”: enfocarse sobre recursos alternativos y más complejos, pasando desde un turismo de las destinaciones hasta un turismo de las motivaciones. En este cambio de enfoque ya no se considera mucho el destino turístico en si mismo, sino las actividades que se pueden disfrutar. La relación entre el turismo, la cultura y el desarrollo parece encontrar la fórmula mejor en la lógica de los distritos que ha tenido tanto éxito en Italia y otros paises. La presencia de un marco infraestructural, institucional, empresarial y de relaciónes se traduce en una ventaja competitiva para la región. El producto turístico, de hecho, nunca ha sido manejado por un solo actor, incluso en los casos más extremos de un paquete turístico o resort, donde todo parece estandardizado y centralizado. Las relaciones que se requieren para ofrecer el producto, entonces, se pueden traducir en una marca, un sentido de pertenencia, y sobre todo, una red de relaciones de colaboración y apoyo mutuo. Hemos visto que para poder competir en la dimensión global, muchas áreas han comenzado a pensar de acuerdo a lo que la legislación italiana denomina Sistema Turistico Locale (Ley 135/2001): contextos homogéneos caracterizados por la presencia de muchas empresas de turismo individuales o asociadas, así como por la oferta integrada de recursos culturales, medioambientales y turísticos, incluyendo los productos agrícolos y la artesanía local. La macro-región adriática es un ejemplo muy interesante de esta tendencia: ofrece a sus costas, sus ciudades, sus recursos medioambientales y culturales, destacando la imagen en la que el mar no es la frontera entre los diferentes sistemas, sino una via de comunicación y union. Las ciudades y los pueblos de la costa, de esta manera, pueden convertirse en el símbolo de una nueva y más amplia variedad y diferenciación para los usuarios/turistas. De esta manera, el concepto de turismo ha cambiado con la perspectiva de tener un mercado más a favor de los sitios y las comunidades locales, en comparación con las grandes agencias, así como una mejor distribución de sus beneficios en el territorio y entre los varios segmentos de la población.I documenti in IRIS sono protetti da copyright e tutti i diritti sono riservati, salvo diversa indicazione.