Predicados factivos: actantes y hablantes (el caso de "molar" y "flipar")

El papel temático de cada uno de los argumentos de un verbo generalmente está fijado léxicamente por la naturaleza semántica del mismo predicado. De hecho, podemos modificar las funciones sintácticas de los argumentos de un predicado, sin modificar sus papeles temáticos. El objeto de este trabajo es el estudio de la configuración actancial, número de argumentos y papeles temáticos, de dos verbos característicos del lenguaje juvenil: flipar y molar. Veremos que estos dos predicados pueden comportarse -dependiendo del contexto sintáctico y de factores pragmáticos- como los factivos del tipo gustar o alegrarse, como (1) (1) a. A Pedro no le mola nada hablar conmigo de su cerda (Historias del Kronen) b. A Pedro no le gusta nada hablar conmigo de su cerda. o bien se acercan al uso de predicados atributivos o semiatributivos, del tipo ser, estar o parecer, como en (2), donde el papel temático de experimentador se asocia con el hablante o responsable de la enunciación: (2) a. ¡cómo flipa el mar, troncos! (Los Serrano, diciembre 2003) b. ¡qué bonito/impresionante es el mar, troncos! Sin embargo, molar y flipar tienen una serie de comportamientos que los hacen peculiares y los diferencian de las dos clases verbales mencionadas, no sólo por su configuración actancial, sino también en su comportamiento sintáctico y al papel que adquiere el hablante en el acto de enunciación.