Los historiadores, y sobre todo los periodistas, han recurrido con frecuencia a la categoría de guerra civil para explicar la historia del siglo XX italiano. Más en concreto, serían tres los periodos cuyos rasgos distintivos nos harían hablar de guerra civil, a saber: el del ascenso del fascismo (1921-1923); el de la lucha entre el movimiento de Resistencia y el fascismo de Saló (1943-1945); y el de la lucha contra el Partido Comunista Italiano, enemigo interno en los años de la Guerra Fría (1946-1989). Para los primeros 45 años de la historia de la Italia republicana, el sintagma guerra civil es excesivo. Es preferible debatir sobre formas circunscritas y subterráneas de conflicto por mucho que éstas tengan momentos sangrientos, como en los casos del terrorismo neofascista (1969-1974) y de la violencia política urbana en la década de los setenta. Desde esta óptica, no convence la expresión guerra civil fría que han acuñado algunos historiadores para encuadrar este periodo [Lepre, 1999], puesto que la principal causa del conflicto, la contención sistemática del comunismo, no es equiparable a las que dieron vida a las dos guerras civiles anteriores. Con todo, queda un fenómeno que caracteriza negativamente la situación italiana: el papel jugado por el homicidio político en los siglos XIX y XX, que fue mucho mayor que en las principales democracias europeas [Canosa, 1991, p. 352] y que -amén de otras formas de intimidación como las palizas- fue una de las características del fascismo para anular la acción pública de sus opositores.
M. Dondi (2011). La guerra civil italiana: de las armas a la memoria. MADRID : Catarata.
La guerra civil italiana: de las armas a la memoria
DONDI, MIRCO
2011
Abstract
Los historiadores, y sobre todo los periodistas, han recurrido con frecuencia a la categoría de guerra civil para explicar la historia del siglo XX italiano. Más en concreto, serían tres los periodos cuyos rasgos distintivos nos harían hablar de guerra civil, a saber: el del ascenso del fascismo (1921-1923); el de la lucha entre el movimiento de Resistencia y el fascismo de Saló (1943-1945); y el de la lucha contra el Partido Comunista Italiano, enemigo interno en los años de la Guerra Fría (1946-1989). Para los primeros 45 años de la historia de la Italia republicana, el sintagma guerra civil es excesivo. Es preferible debatir sobre formas circunscritas y subterráneas de conflicto por mucho que éstas tengan momentos sangrientos, como en los casos del terrorismo neofascista (1969-1974) y de la violencia política urbana en la década de los setenta. Desde esta óptica, no convence la expresión guerra civil fría que han acuñado algunos historiadores para encuadrar este periodo [Lepre, 1999], puesto que la principal causa del conflicto, la contención sistemática del comunismo, no es equiparable a las que dieron vida a las dos guerras civiles anteriores. Con todo, queda un fenómeno que caracteriza negativamente la situación italiana: el papel jugado por el homicidio político en los siglos XIX y XX, que fue mucho mayor que en las principales democracias europeas [Canosa, 1991, p. 352] y que -amén de otras formas de intimidación como las palizas- fue una de las características del fascismo para anular la acción pública de sus opositores.I documenti in IRIS sono protetti da copyright e tutti i diritti sono riservati, salvo diversa indicazione.


