La mayoría de los estudios actuales sobre los mediadores cognitivos de la agresión no toman en consideración la dimensión de los conceptos morales, e igualmente, muchas investigaciones sobre el desarrollo moral tampoco examinan su posible relación con la conducta agresiva, pese a que todas se centran en el proceso de victimización intencional de esta conducta. El bullying escolar, como otros comportamientos complejos de carácter social e interpersonal, no se puede comprender sin referencia a cuestiones morales que implican la justicia y el bienestar del otro, y la conducta de abstenerse de perjudicar a otros en beneficio personal (Turiel, 1998, Arsenio y Lemerise, 2001; 2004, Ortega y Mora-Merchán, 1996). En este capítulo hemos realizado una síntesis de las investigaciones que a este respecto ofrecen datos e informaciones para un análisis de esta dimensión del problema de la agresividad injustificada, el bullying y la violencia escolar.Una perspectiva que tratando de aproximarse a la relación entre este complejo fenómeno de agresividad injustificada y la posición moral de los individuos, incluyendo en dicho análisis una más auténtica posición de psicología cultural. En nuestra opinión, en los últimos quince años la literatura acerca del tema ha subrayado el papel de los procesos sistémicos en la interacción del bullying, así como una combinación de mecanismos cognoscitivos y emocionales que conduce a los actos agresivos, pero no hay suficientes investigaciones que permitan una buena comprensión de esta combinación. Como los niños y niñas y los jóvenes interactúan con un mundo social diverso, su desarrollo conlleva la creación de diferentes, y a la vez sistemáticas, maneras o ámbitos de razonamiento social. Dado que la moralidad es un ámbito importante, debe ser entendida en intersección con las otras grandes dimensiones que conforman el mundo social. Las situaciones sociales a menudo exigen equilibrar y coordinar diversas consideraciones sociales y personales relacionadas con las características del contexto. Tratando de proponer esta visión, hemos dado un paso más en la orientación moral a través de la investigación de los valores vitales. Los resultados dan la idea de que los agresores comparten una serie de valores individualistas, pues ellos muestran una preferencia más acusada hacia valores como el éxito, la libertad de hacer lo que se desea, y la realización de las ambiciones personales. Esto no es necesariamente negativo, puesto que también los adolescentes no agresores comparten, en cierto grado, esta serie de valores de carácter más individualista. Sin embargo, lo que parece más decisorio es que en los agresores hay una fuerte orientación hacia el dominio en pos de la riqueza y el éxito personal, progresar por medio de la autoafirmación sin pararse a considerar las necesidades y los deseos de los demás o el respeto por las normas sociales (por ejemplo, valor bajo atribuido a la honradez), más acentuada en las agresoras que en los agresores. Esta orientación es coherente con la teoría sostenida por nuestros colegas españoles (Ortega y Mora-Merchán, 2008) referida a la presencia en la red de iguales de esquemas morales de dominio-sumisión. La orientación de valores tal vez desempeñe un enorme papel cuando la conducta de bullying la apoya la expectativa de resultados positivos expresada por el grupo de compañeros, y cuando tienen lugar los procesos de deshumanización de las víctimas (Brighi, y otros, 2007). Consideramos este un punto importante, ya que el estudio aislado del razonamiento moral, no permite comprender de dónde proviene ese sesgo cognitivo en términos de egocentrismo o incluso de desconexión moral. El razonamiento moral puede interactuar con otras variables, como los procesos y las distorsiones cognitivas, las emociones morales y sus interacciones con las metas personales, pero claramente también con los valores culturales como tales. Una mirada más amplia que incluya el complejo concepto de cultura y...

Bullying: un fenomeno immoral / A. Brighi; M.L. Genta. - STAMPA. - (2010), pp. 105-128.

Bullying: un fenomeno immoral

BRIGHI, ANTONELLA;GENTA, MARIA LUISA
2010

Abstract

La mayoría de los estudios actuales sobre los mediadores cognitivos de la agresión no toman en consideración la dimensión de los conceptos morales, e igualmente, muchas investigaciones sobre el desarrollo moral tampoco examinan su posible relación con la conducta agresiva, pese a que todas se centran en el proceso de victimización intencional de esta conducta. El bullying escolar, como otros comportamientos complejos de carácter social e interpersonal, no se puede comprender sin referencia a cuestiones morales que implican la justicia y el bienestar del otro, y la conducta de abstenerse de perjudicar a otros en beneficio personal (Turiel, 1998, Arsenio y Lemerise, 2001; 2004, Ortega y Mora-Merchán, 1996). En este capítulo hemos realizado una síntesis de las investigaciones que a este respecto ofrecen datos e informaciones para un análisis de esta dimensión del problema de la agresividad injustificada, el bullying y la violencia escolar.Una perspectiva que tratando de aproximarse a la relación entre este complejo fenómeno de agresividad injustificada y la posición moral de los individuos, incluyendo en dicho análisis una más auténtica posición de psicología cultural. En nuestra opinión, en los últimos quince años la literatura acerca del tema ha subrayado el papel de los procesos sistémicos en la interacción del bullying, así como una combinación de mecanismos cognoscitivos y emocionales que conduce a los actos agresivos, pero no hay suficientes investigaciones que permitan una buena comprensión de esta combinación. Como los niños y niñas y los jóvenes interactúan con un mundo social diverso, su desarrollo conlleva la creación de diferentes, y a la vez sistemáticas, maneras o ámbitos de razonamiento social. Dado que la moralidad es un ámbito importante, debe ser entendida en intersección con las otras grandes dimensiones que conforman el mundo social. Las situaciones sociales a menudo exigen equilibrar y coordinar diversas consideraciones sociales y personales relacionadas con las características del contexto. Tratando de proponer esta visión, hemos dado un paso más en la orientación moral a través de la investigación de los valores vitales. Los resultados dan la idea de que los agresores comparten una serie de valores individualistas, pues ellos muestran una preferencia más acusada hacia valores como el éxito, la libertad de hacer lo que se desea, y la realización de las ambiciones personales. Esto no es necesariamente negativo, puesto que también los adolescentes no agresores comparten, en cierto grado, esta serie de valores de carácter más individualista. Sin embargo, lo que parece más decisorio es que en los agresores hay una fuerte orientación hacia el dominio en pos de la riqueza y el éxito personal, progresar por medio de la autoafirmación sin pararse a considerar las necesidades y los deseos de los demás o el respeto por las normas sociales (por ejemplo, valor bajo atribuido a la honradez), más acentuada en las agresoras que en los agresores. Esta orientación es coherente con la teoría sostenida por nuestros colegas españoles (Ortega y Mora-Merchán, 2008) referida a la presencia en la red de iguales de esquemas morales de dominio-sumisión. La orientación de valores tal vez desempeñe un enorme papel cuando la conducta de bullying la apoya la expectativa de resultados positivos expresada por el grupo de compañeros, y cuando tienen lugar los procesos de deshumanización de las víctimas (Brighi, y otros, 2007). Consideramos este un punto importante, ya que el estudio aislado del razonamiento moral, no permite comprender de dónde proviene ese sesgo cognitivo en términos de egocentrismo o incluso de desconexión moral. El razonamiento moral puede interactuar con otras variables, como los procesos y las distorsiones cognitivas, las emociones morales y sus interacciones con las metas personales, pero claramente también con los valores culturales como tales. Una mirada más amplia que incluya el complejo concepto de cultura y...
2010
AGRESIVIDAD INJUSTIFICADA, "BULLYING" Y VIOLENCIA ESCOLAR
105
128
Bullying: un fenomeno immoral / A. Brighi; M.L. Genta. - STAMPA. - (2010), pp. 105-128.
A. Brighi; M.L. Genta
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